Llegar a 30 abriles significa a veces madurez y consolidación, el comienzo de peinar algunas canas. Sin embargo, para quienes han estado todo este tiempo informando y de alguna manera recreando a su pueblo a través del lente, es también satisfacción y regocijo. Es así que la televisión holguinera llega a su aniversario. El tiempo transcurrido permite hacer un poco de recuento. Ya el bebé es un adulto.
Génesis de la TV en Holguín
Holguín, una provincia con un potencial económico y cultural apreciable: níquel, agricultura, azúcar, teatro lírico… tenía motivos importantes para poseer un estudio de televisión, a través del cual se fueran proyectando estas bondades para bien del conocimiento público.
Hasta esta ciudad llega Francisco Muñiz Mayorquín, fundador de la televisión en Cuba. Aquí se dedica a crear una Escuela de Capacitación, en la que también participó Armando Soler, Cholito.
El local que ocupa el canal actualmente era entonces una terminal de ómnibus. Al llegar la ofensiva revolucionaria se interviene y es cerrado, la parte del fondo fue destinada para Acopio. En torno a ese propio edificio surge la idea de construir (léase adaptar) el espacio para el canal.
El cinco de diciembre se inaugura la obra civil como homenaje a los constructores que participaron en su ejecución. Se hizo un espectáculo artístico cultural donde participaron Rosita Fornés, el teatro lírico y la orquesta Avilés, entre otros. Mas a partir de ahí, y por dos años, no hubo televisión desde Holguín. Esa primera inauguración había implicado solo la adaptación de la obra civil. Faltaban las condiciones técnicas.
Mientras tanto, los egresados de la Escuela de Capacitación apoyaban la Emisora Radio Angulo, que por esos tiempos tuvo una programación variada de muy buena calidad. Radionovelas, revistas culturales, programación informativa y demás, daban la idea de que en Holguín se estaba formando un personal adecuado para la futura televisión local.
El verdadero alumbramiento
En 1978, y después de haberse creado las condiciones técnicas con equipamiento soviético para las transmisiones en blanco y negro, es que se inaugura realmente lo que nació como el Estudio 2 del canal Tele Rebelde fundado poco antes en Santiago de Cuba.
Fue un momento reconfortante y catalizador en la cultura holguinera. El lírico comenzó a proyectarse desde la TV. Contribuyó a la promoción de grupos musicales. Se cumplió el sueño del pueblo que estaba ansioso por ver sus propias realizaciones en las pantallas desde una óptica más local, porque era como si todo quedara en casa.
Bajo la dirección general de Mario Parra Alonso, y a pesar de su condición de estudio dependiente de Santiago de Cuba, se lograron espacios de trascendencia no solo para nuestro territorio y para la vieja provincia de Oriente, sino para el país, quien tuvo sus influencias en nosotros. Hasta aquí llegaron artistas de alcance nacional, e incluso extranjeros.
Francisco Rosabal, el padre del video clip en Cuba, realizó el primer programa que promocionaba este tipo de trabajo. Videolux llevó por nombre el espacio. La programación era variada. Contó con secciones informativas, culturales y campesinas: La revista Holguín de 5 a 6, Arte y Folclor del Teatro Lírico, Libros, dedicado a incitar el interés por la lectura, Recreo de corte infantil, Rumores de la Campiña….
Desde los inicios, la televisión holguinera contó con una Redacción deportiva muy representativa del espíritu de los moradores de esta provincia. Fundada por Germán Pupo Ochoa, se destaca por la solidez de la labor acometida desde que vio la luz, y por ello ha trascendido hasta nuestros días. Germán además, instituyó la programación de deportes que se transmitía.
El talento de los que laboraban para el estudio era evidente. Casi todas las propuestas que se llevaban al Jefe de programación nacional en La Habana eran aprobadas para su transmisión. Todavía hoy se reconoce la importancia que cobra el apoyo de los técnicos de la capital y de Santiago de Cuba, principalmente para la formación del personal que estudiaba en la Escuela, embrión de la actual filial del Instituto Superior de Arte.
Nace un nombre: cambio de estilo
El 16 de abril de 1986, el viejo estudio que nunca tuvo nombre propio comienza a llamarse Tele Cristal. Esta denominación viene de la altura más pronunciada del territorio, el Pico Cristal. Para ello se hicieron convocatorias entre la población y este fue el resultado del nombramiento de un telecentro que se convierte en unidad presupuestada de la Televisión Cubana. Su mascota es un almiquí, especie endémica de Cuba, casi en extinción y con los últimos ejemplares localizados en Holguín.
Como telecentro provincial, Tele Cristal transmite por el canal ocho con dos horas y media diaria. La programación enriquecida, continúa siendo variada y de mejor calidad. Uno de los antiguos programas fundacionales, Rumores de la campiña, se mantiene como parte del espectro de espacios que se difunden, y otros han ido surgiendo en el transcurso de los años. En familia, A buen Tiempo, En primer plano, Lente deportivo…
Tele Cristal ha pasado a formar parte de la identificación de los habitantes de este lugar. Según investigaciones, el 80 por ciento de la población holguinera conoce lo que acontece por esta vía. Ahora, 30 años después, se ha convertido en el sistema de la televisión holguinera, conformado además por dos telecentros comunitarios en Gibara y Moa, las corresponsalías de Mayarí y Banes, y la transmisión para la ciudad de Holguín por el canal 63 todos los fines de semana entre seis de la tarde y 12 de la noche.
Alrededor de 30 premios, banderas, gallardetes, títulos, y reconocimientos de los más diversos tonos, en nombre del ICRT, el Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Cultura y múltiples instituciones, entre ellas una muy especial, el Ejército Oriental, testimonian la identidad de los lugareños con su televisión, a la que todos auguramos larga existencia y mejor alcance, en la tarea de seguir siendo el pulso de la vida, en la paz e incluso, bajo condiciones más difíciles.