Manifiesta Raúl Castro estrategias para seguir adelante

Como bien expresara Raúl Castro Ruz, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, en la clausura del VI Pleno del Comité Central del PCC este 28 de abril en el Palacio de las Convenciones en La Habana, el reto de los dirigentes, cuadros y militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) está en perfeccionar su labor y autoridad ante las masas, aún cuando los crudos años del período especial sirvieron de experiencia y fortaleza para próximas etapas.

Sobre los acuerdos examinados y adoptados en este pleno, el también Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, dijo que eran un paso importante para afianzar el papel del Partido como vanguardia de avanzada de la nación cubana, lo cual le permitirá

situarse en mejores condiciones para enfrentar los retos del futuro y asegurar la continuidad de la Revolución cuando ya no esté la dirección histórica.

Se impone así, mejorar nuestro sistema social, imperfecto pero justo, en medio de la compleja y cambiante realidad actual. Por eso es necesario revisar cada escenario y convertirlo en la trinchera de combate en la que siempre ha estado el pueblo cubano. Esta etapa de la Revolución se concentra en reanimar algunos aspectos de vital importancia en estos momentos.

Una tarea fundamental es crecer en la producción de alimentos, pues los precios del trigo, la soya y cereales como el arroz, se han disparado en el mercado internacional con cifras alarmantes, debido a la generación de biocombustibles.

Las graves consecuencias las sufren los pueblos del Tercer Mundo, donde el hambre y la desesperación crecen. Hasta los países más desarrollados, como los Estados Unidos, han sentido en carne propia la influencia que han generado estos agrocombustibles. En el empeño de lograr mayor productividad Raúl resaltó la labor del aparato directivo de base del Partido, de controlar en el terreno, las nuevas medidas aplicadas en la agricultura.

En su intervención dijo además, que unido a esta cobertura, está la posibilidad de ser reelecta la Camarilla de extrema derecha de los Estados Unidos, y esto propiciará que continúe la inestabilidad del clima mundial y la violencia con efectos sobre nuestro país, para lo cual debe estar preparado nuestro pueblo.

También demostró el carácter justo de la Revolución al tomar la decisión de conmutar la pena capital a un grupo de sancionados. A cambio se impondrá la privación perpetua de libertad, excepto los que cometieron el hecho delictivo antes de establecerse esta sanción en nuestro Código Penal, que les sería aplicable la de 30 años de prisión.

Por la oleada de intentos y planes de secuestro y actor terroristas alentados por la política de los Estados Unidos, hubo que retomar esta sanción en el año 2003. Incluso, quedan pendientes tres casos, acusados por terrorismo, entre ellos los que participaron en la explosión de bombas en hoteles en La Habana, donde murió el italiano Fabio di Celmo, y ninguno será dictaminado en contradicción con la decisión tomada sobre la pena capital.

Así Cuba reafirma el carácter justo de su Revolución y no alimenta una sed de venganza. Queda claro que no se suprime la pena capital del Código Penal porque estamos inmersos en mundo convulso, donde el terrorismo cunde el pánico en los pueblos. Cuba ha sido una constante víctima de ello. Por tanto, es imprescindible mantener esta sentencia, para poder disuadir esta tormenta de terror por el mundo, sería un arma más con la cuál defendernos. No obstante, Cuba comprende y respeta los argumentos del movimiento internacional que propone la eliminación o moratoria de la pena capital.

En la clausura Raúl comentó sobre la realización del VI Congreso del Partido, valorado por el Buró Político para realizarse el próximo año.

Además informó que el Vicepresidente del Consejo de Ministros, compañero José Ramón Fernández Álvarez, fue designado para atender, orientar, controlar y coordinar la labor de los ministerios de Educación y Educación Superior, además del INDER, así como las actividades relativas a la educación que desarrollan otros organismos de la Administración Central del Estado, incluyendo los centros de enseñanza y universidades militares.