El repicar de tacones llamó la atención. La música que acompañaba entraba por los pies como si de España viniera el baile. Y de allá es la matriz. Pero este tiene características diferentes. La Compañía Estilo Propio así lo defiende. Para que no asome la duda, Rafael Romero, director artístico del Centro de la Música Faustino Oramas conversa con ¡ahora!
“Estilo Propio es un nuevo proyecto que pertenece a las Artes Escénicas. Esta idea surgió hace algún tiempo y ahora la materializamos. Su fundamento está en la variedad de eventos de Holguín, como Las Fiestas Iberoamericanas, y la influencia de nuestras raíces culturales que se ven presentes, principalmente la hispana”.
El nombre de la Compañía según comenta Rafael, quien es conocido por el Chino Romero, se debe al grupo musical que acompaña todo el espectáculo. Además por la fusión cubano flamenca que trabajan en la base musical y coreográfica, donde reflejan la clave cubana, los bongoes y lógicamente ese aire flamenco de nuestra madre patria, muy característica, los difiere de otros formatos parecidos.
Tres bailarines y seis músicos integran el proyecto. De ellos la cantaora y un cantaor, una coreógrafa bailarina, el director artístico, un asistente y un productor.
Dice Chino que tienen una programación en el polo turístico y en los Consejos populares. “La primera presentación la hicimos en el mes de octubre con el Espectáculo Yo soy así, porque justamente reafirma las características cubanas. Los temas interpretados en su mayoría son creación de Alexander Silva, director de la agrupación musical, y del guitarra segunda, tocayo del primero. Juntos componen para la agrupación, y dos de los temas son de la Compañía de Eduardo Veitía”.
Aún siendo tan joven Estilo Propio, sorprende el profesionalismo que brota tanto de voces como de cuerpos en cada presentación. Y es que la coreógrafa ha sido graduada de varios cursos, alumna de Veitía y de Lizt Alfonso. Las demás bailarinas, aunque tienen nivel elemental, por ejemplo danza, se han formado en este género a partir de las clases de Mónica, la coreógrafa. “Nos nutrimos de estas experiencias y de clases con bailaores que vienen a las Fiestas de Iberoamérica”, afirma Chino Romero.
A su juicio, la Compañía se hizo en tiempo récord. Tanto así que Morfeo estuvo ausente por esos días, pues el espectáculo realmente estuvo listo en 23 días. “El baile flamenco tiene movimientos muy específicos, pasos básicos característicos que al fusionarlos con la música cubana lleva un poco de trabajo.
“Pero valió la pena el esfuerzo para lograr este producto cultural. La aceptación fue muy buena desde el estreno en la Plaza de la Marqueta, las presentaciones en distintos hoteles del polo turístico y en varias comunidades como San Rafael, Damián y Sao Arriba, demuestran la complacencia del público con la novedad musical.
“Queremos llegar a todos, incluso a sitios más apartados. Holguín tiene el lírico y otros que de cierta manera trabajan la fusión cubano flamenca, pero como una compañía con espectáculo único de este tipo, donde se actúa con música interpretada en vivo, no”, comenta Chino.
La escenografía es otro tema en nuestra conversación. Los elementos más significativos son los taburetes como soporte de los músicos y los arcos de medio punto de la arquitectura neoclásica española conjuntamente con el vestuario.
“Estoy satisfecho. El espectáculo ha gustado mucho. Eso sí, respetamos mucho a los públicos. En cualquier parte que nos presentamos llevamos toda la infraestructura del espectáculo: luces, sonidos, música, vestuario. Tiene una hora de duración, un opening y 11 temas con distintos cuadros. Lo he diseñado incluso, para distintos escenarios. Ensayamos en las mañanas y tardes”.
Para la elaboración de los temas según el Chino tuvo en cuenta las características de la compañía. Luego el guión, hizo énfasis en la clave cubana como base de la fusión, que se expresa ocasionalmente en el tacón de la zapatilla, y toda la música gira alrededor del son y la clave, implícita o explícita en la factura musical.
“Eso es lo que ha llamado la atención, precisamente lo distinto, quien ve a Lizt Alfonso o Veitía lo notará”, reflexiona Rafael.
“El grupo está feliz. La creación de la Compañía les ha dado la vida. Los músicos tocaban individual, los bailarines estaban en otros formatos. En este proyecto vieron la consolidación de su vida profesional.
“En mi caso particular estoy contento con los muchachos, son muy laboriosos, tienen deseos de hacer y ser cada vez mejores, eso es lo que me impulsa a dedicarles tiempo. El Chino, con amplia experiencia en dirección artística de espectáculos, más de 20 años, tanto en veladas, actos políticos, cabaret, Casa de Cultura y el polo turístico, asegura que nunca se había presentado en este último un espectáculo con estas particularidades.
Al inquirir por los proyectos futuros manifiesta, “estamos pensando en otro espectáculo para finales de este año o para inicios del próximo. Aunque nos gustaría el espacio de las Fiestas Iberoamericanas, muy propicio para intercambiar criterios. Así el trabajo adquiere mayor calidad”.
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